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Archive for the ‘Vida cristiana’ Category

firmando el pacto

Un breve resumen de los principios de la Segunda Reforma

 

La Segunda Reforma aplicó los principios de la Palabra de Dios tanto a la Iglesia como a la Nación. Escocia prosperó bajo la bendición de Dios como consecuencia. Lo siguiente son algunos de los principios claves afirmados y defendidos durante este período.

 

  1. La Autoridad Suprema de la Palabra de Dios en todos los asuntos de la fe, la adoración, el gobierno y la práctica.
  2. El Principio Regulador de Adoración. La adoración sólo debe incluir lo que Dios ha designado en Su Palabra. Debemos excluir de la adoración todo que Dios no ha designado en Su Palabra.
  3. La Uniformidad. Debería haber una sola forma de doctrina, adoración, gobierno y práctica según las Escrituras.
  4. El Señor Jesucristo es el único Rey y Cabeza sobre la iglesia. Ha remitido el gobierno de la iglesia a los pastores y a los ancianos gobernantes. El estado no tiene derecho de interferir en esto.
  5. Las naciones y sus gobernadores deben ser sujetos a Dios y reconocerlo a Él y a Su ley. Tienen una obligación de Dios de apoyar a la iglesia de Cristo.
  6. El deber de las naciones es de hacer un pacto con Dios y la obligación vigente de estos pactos o convenios religiosos.
  7. Debemos conservar y sostener firmemente cualquier reforma ya alcanzada. Debemos avanzar en la reforma y animar a otros con el trabajo de reforma hasta lo que sea posible.
  8. La Reforma personal en santidad y piedad según la Palabra de Dios.
  9. La Reforma de la familia según la Palabra de Dios. Esto sobre todo implica adoración de la familia diaria y enseñar a los niños el catecismo sobre la verdad bíblica.

 

 

Traducido por Edgar Ibarra

del sitio: http://www.reformationscotland.org/second-reformation-principles/

 

 

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Una forma corta de hacer el catecismo

Por Richard Greenham, Puritano

Edición de 1599

Edición de 1599

¿Qué no hay unas reglas que sirven para el mejor entendimiento de cada uno de los mandamientos?

Sí, hay cuatro que tienen usos especiales.

  1. Primero, en cada mandamiento donde el mal es prohibido, allí lo contrario, cual es el bien, es mandado.
  2. Dos, muchos más maldades son prohibidos y muchos más cosas buenas son mandados en cada mandamiento, de los que esta expresado en las palabras.
  3. Tercero, por cuanto Dios es espíritu, por lo tanto Sus mandamientos son espiritual y requieren obediencia espiritual.
  4. Cuatro, en cada mandamiento donde el mal es prohibido, allí las ocasiones del mal son prohibido y donde el bien es mandado, allí también las ocasiones del bien son mandados.

Ahora miren lo que el Catecismo Mayor de Westminster dice sobre el tema y como debemos entender y poner en práctica los 10 Mandamientos.

99. ¿Qué reglas deben observarse para el correcto entendimiento de los diez mandamientos?

Para el entendimiento correcto de los diez mandamientos deben observarse las siguientes reglas:

Que la ley es perfecta y obliga a cada uno a conducirse en todas las cosas en conformidad con su justicia, y a una obediencia completa para siempre; tanto que requiere el cumplimiento más exacto de cada deber y prohíbe aun el pecado más pequeño [1].

Que es espiritual y así se extiende a los pensamientos, a la voluntad, afectos y a todas las demás facultades del alma; tanto a las palabras, obras como actitudes[2].

Que la misma cosa se requiere o se prohíbe de diversas maneras en varios mandamientos[3].

Que cuando un deber se manda, el pecado contrario se prohíbe [4]; y cuando un pecado se prohíbe, el deber contrario se manda [5]. Del mismo modo, cuando una promesa está unida, la amenaza contraria está incluida[6]; y cuando una amenaza está unida, la promesa contraria está incluida[7].

Que lo que Dios prohíbe, no debe hacerse en ningún tiempo[8]; y lo que él manda, es siempre un deber para nosotros[9]; y sin embargo, todo deber particular no debe hacerse en todos los tiempos[10].

Que bajo un pecado o deber, todos los del mismo género se prohíben o se mandan; juntamente con todas sus causas, medios, ocasiones y formas, y provocaciones para las mismas[11].

Que en lo que se nos manda o se nos prohíbe, estamos obligados, conforme a nuestra posición, a procurar que sea evitado o hecho por otros, según los deberes del lugar que ocupan[12].

Que en lo que se manda a otros, estamos obligados, según nuestra posición y oficio, a ayudarlos[13]; y a tener cuidado de no participar con ellos en lo que les está prohibido[14].

[1] Salmo 19:7 Santiago 2:10 Mateo 5:21, 22 [2] Romanos 7:14 Deuteronomio 6:5 compare con Mateo 22:37-39 Mateo 5:21, 22, 27, 28, 33, 34, 37-39, 43, 44 [3] Colosenses 3:5 Amos 8:5 Proverbios 1:19 1 Timoteo 6:10 [4] Isaías 58:13 Deuteronomio 6:13 compare con Mateo 4:9, 10 Mateo 15:4-6 [5] Mateo 5:21, 22-25 Efesios 4:28 [6] Éxodo 20:12 compare con Proverbios 30:17 [7] Jeremías 18:7, 8 Éxodo 20:7 compare con Salmo 15:1, 4, 5 y con Salmo 24:4, 5 [8] Job 13:7, 8 Romanos 3:8 Job 36:21 Hebreos 11:25 [9] Deuteronomio 4:8, 9 [10] Mateo 12:7 [11] Mateo 5:21, 22, 27, 28 Mateo 15:4-6 Hebreos 10:24, 25 1 Tesalonicenses 5:22 Judas 23 Gálatas 5:26 Colosenses 3:21 [12] Éxodo 20:10 Levítico 19:17 Génesis 18:19 Josué 24:15 Deuteronomio 6:6, 7 [13] 2 Corintios 1:24 [14] 1 Timoteo 5:22 Efesios 5:11

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El día de reposo es día santa instituido por Jesucristo Rey nuestro

Éxodo 20:8-11 y Apocalipsis 1:10

por Henry Scudder

puritano presbiteriano y teólogo en la Asamblea de Westminster

Henry Scudder

 

«Ahora aparece que fue la voluntad de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, que deberíamos, desde su resurrección, guardar para nuestro día de reposo el primer día de la semana; por cuanto que resucitó en ese día, Juan 20:1-19, y apareció varios tiempos en este nuestro día del Señor a sus discípulos antes de su ascensión; y sobre este día, siendo el día de Pentecostés, Hechos 2:1-4, llenó sus discípulos con los dones del Espíritu Santo, estando reunidos juntos; todo cual da preeminencia a este día, y probabilidad al punto.

 

Pero por lo tanto como los Apóstoles, 1 Cor. 11:1, quienes siguieron a Cristo, y no entregaron nada sino lo que recibieron de Cristo, 1 Cor. 11:23, 14:37, observaron este día como el día de reposo, 1 Cor. 16:1, 2; ¿qué argumento puede dar esto sino una institución divina sobre este día?  El Apóstol Pablo pudo haber escogido cualquier otro día, para que la gente se congreguen para oír la Palabra y recibir el sacramento: pero ellos se congregaron para recibir el sacramento y de oír la Palabra, sobre el primer día de la semana, cual es el día del Señor, Hechos 20:6, 7.  Ahora la práctica aprobada de los apóstoles y de la Iglesia con ellos, grabado en las Escrituras, trae con ello la fuerza de un precepto.

 

Aún más, el Espíritu de Dios honra este día con el titulo de ‘día del Señor’, Apoc. 1:10, tanto como Él hace con la comunión con el titulo de la ‘cena del Señor’, 1 Cor. 10:21, 11:20.  ¿Qué argumento da sino que como los dos tienen referencia a Cristo, por lo tanto ambos son designados por Cristo?  El espíritu de Cristo supo la mente de Cristo, quien por lo tanto nombró este día.»

 

Tomado de su libro The Christian’s daily walk in holy security and peace

Traducción: Edgar Ibarra

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Juan Calvino sobre el engaño de la navidad

calvino predicando

Los defensores de los días santos no bíblicos frecuentemente les  gusta apelar a la toleración de Juan Calvino  con ciertos festivales en Ginebra.  Antes de reclamar a Calvino como uno de los suyos, sin embargo, ellos deberían leer lo que él dijo sobre la navidad cuando predicó el 25 de diciembre de 1551 (fue un jueves) sobre Miqueas 5:7-14:

«Ahora, veo aquí más gente que la que estoy acostumbrado cuando doy un sermón. ¿Por qué será? Es día de navidad. ¿Y quién les dijo esto? Pobres bestias. Ese es un adecuado eufemismo para todos ustedes que han venido aquí hoy a honrar a Noel. ¿Pensaban que estarían honrando a Dios? Consideren qué tipo de obediencia a Dios vienen mostrando. En sus mentes, están celebrando un día santo para Dios, o convirtiendo el día de hoy en uno. Pero ya de eso. En verdad, mientras frecuentemente han sido amonestados, es bueno apartar un día del año en el cual recordamos todo lo bueno que nos ha ocurrido a causa del nacimiento de Cristo en el mundo, y en el cual escuchamos la historia de su nacimiento, el cual sería el domingo. Pero si piensan que Jesucristo hubo nacido hoy, están tan locos como bestias salvajes. Porque cuando elevan un solo día para adorar a Dios, lo han convertido en un ídolo. Es verdad, insisten que hacen esto por el honor a Dios, pero es más para el honor al diablo.

Consideremos lo que nuestro Señor tiene que decir sobre el asunto.  ¿No fue la intención de Saúl de adorar a Dios cuando perdonó a Agag, el rey de los amalecitas, junto con sus mejores bestias y ganado?  Él dice tanto: «Quiero adorar a Dios». La lengua de Saúl fue llena de devoción y buena intención. Pero ¿cuál fue la respuesta que recibió? ¡Adivino! ¡Hereje! ¡Apóstata! ¡Dices estar honrando a Dios, pero Dios te rechaza y desaprueba todo lo que has hecho! (ver 1° de Samuel 15:8-9). Consecuentemente, lo mismo es la verdad de nuestras acciones. Porque no hay un día superior a otro. No importa si recordamos la natividad de Nuestro Señor en un miércoles, jueves, u otro día. Pero cuando insistimos en establecer un servicio de adoración basado en nuestros caprichos, blasfemamos a Dios, y creamos un ídolo aunque lo hayamos hecho en el nombre de Dios. Y cuando adoran a Dios en la ociosidad de un espíritu de día santo, ese es un pecado pesado de llevar, y uno que atrae a los demás al respecto, hasta que llegamos a la altura de la iniquidad. Por lo tanto, pongamos atención a lo que Miqueas dice aquí, que Dios no debe solamente despojar cosas que son malas en sí mismas, sino debe también eliminar todo que pueda fomentar la superstición. Una vez que hayamos entendido eso, ya no más encontraremos extraño que Noel no es guardado el día de hoy, pero que en el domingo celebremos la Cena del Señor y recitemos la historia de la natividad de nuestro Señor Jesucristo. Para aquellos que apenas conocen de Jesucristo, o que debemos estar sujetos a él, y que Dios quita todos estos obstáculos que nos previenen de llegar a él, esta gente, digo, van a apretar sus dientes. Vinieron aquí a la espera de una celebración con una intención equivocada, pero se irán con una total insatisfacción.»

John Calvin, Sermons on the book of Micah, trans. and ed. B. W. Farley (1551; Phillipsburg, 2003), pp 302-04.

Ahora, reconocidamente, Calvino no abrazaba enteramente la posición de los Presbiterianos Escoceses/ Puritanos Ingleses. Su lenguaje contra la posición de los defensores modernos de días santos es, sin embargo, mucho más fuerte que he visto en ningún otro lugar.

Traducción: Josué Alemán Raga

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Conferencia Reformada Presbiteriana en Sudamérica

 

 

«La fe y la vida de la Iglesia Reformada Presbiteriana de Norte América»

 

Hermanos es con gran gozo que anuncio que yo estaré en Argentina y en Chile juntos con el Dr.  Jerry O’Neill y el Rev. David Reese quienes estarán dando conferencias en ambos países y yo haciendo las traducciones.  Nuestro viaje también es para conocer las iglesias de ambos países y comenzar pláticas formales eclesiásticas, cuales serán en privado.  Sin embargo las conferencias serán para TODO el público.  ¡Todos están invitados!  Para más información mire los afiches que siguen:

 

Afiche para Argentina

Afiche para Chile

Lo que sigue son los temas de las pláticas:

Saludos e Introducción Dr. Jerry O’Neill

Lectura 1 «Un breve historia de la Iglesia Reformada Presbiteriana»  Dr. Jerry O’Neill

 

Lectura 2 «Los distintivos de la Iglesia Reformada Presbiteriana: Credos, Confesiones, Pactos y nuestra Constitución» Rev. David Reese

 

Lectura 3 «Los distintivos de la Iglesia Reformada Presbiteriana: El Reinado Mediatorial de Cristo» Rev. David Reese

 

Lectura 4 «Los distintivos de la Iglesia Reformada Presbiteriana: El Día del Señor » Dr. Jerry O’Neill

 

Lectura 5 Los distintivos de la Iglesia Reformada Presbiteriana: El Principio Regulador de Adoración» Rev. David Reese

 

Lectura 6 «Los distintivos de la Iglesia Reformada Presbiteriana:  Salmodia A Capella»  Dr. Jerry O’Neill

Lectura 7 «Un Futuro de Esperanza de la Iglesia Reformada Presbiteriana: Nuestras Iglesias, Misiones e Instituciones» Dr. Jerry O’Neill

 

Tiempo para Preguntas y Respuestas como sea apropiado.

 

Todo para la gloria de nuestro gran Dios Santo y Trinidad.

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Un extracto de la obra:

Un discurso para aquellos que violan el día del Señor

 por Matthew Henry

MatthewHenry

Aquellos que encuentro culpable de profanar el día del Señor, a estos en el nombre de Dios, dirijo este papel, quienes descuidan el trabajo designado de ese día, y quienes violan el descanso prescrito de ese día.

 

En primer lugar, es una profanación del día del Señor y una violación de la ley de ello, para descuidar y omitir el deber apropiado y negocio de ese día, que es el servicio inmediato y la adoración de nuestro Dios.  Si damos deshecho lo que durante este día se debería hacer, somos transgresores; ya que las omisiones son pecados y deben entrar en el juicio…

 

Aún no sólo son culpables de la violación del día de reposo, quienes gastan esa parte del día que llamamos «el tiempo de la iglesia», por empleos mundanos y recreaciones; pero también que pasan el tiempo antes, entre, y después, de la adoración pública o «tiempo de la iglesia», por tanto se atrincheran sobre ese alcance completo de tiempo que deberían tomar sobre ese día para su adoración secreta y familiar, y agregarse a esto, o por lo tanto disgregarse de esto, y ponerse fuera de ser hacia los deberes santos u obstruyen beneficiarse de lo mismo, realmente hacen violación del día de reposo…

 

Aquellos que van a sus tiendas y ejercen sus comercios abiertamente o en secreto durante el día del Señor, así muestran que hacen caso del mundo más que a Dios, y que son más solícitos de la carne que perece, que para lo que dura a la vida eterna; y aquellos que van a la taberna o siguen sus deportes, y divierten a sí u otros con caminos ociosos y en conversaciones iguales, muestran que hacen caso a la carne más que a Dios.

 

*Nota: estaré añadiendo a esto de la misma obra de Matthew Henry en el futuro

Traducido por:

Edgar Ibarra

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Las Elecciones Presidenciales de los Estados Unidos 2012:  Un Análisis Presbiteriana/Covenanter

La Escena Política de la Elección

El 6 de noviembre 2012 los Estados Unidos (EE UU) tuvieron una elección que muchos dicen que fue histórico por varias razones.  Como ya saben el Presidente, Barack Hussein Obama, gano un segundo término.  Las estadísticas ha asombrado a muchos y tienen el partido Republicano re-examinando su plataforma y pinta un país que ha cambiando mucho.  El porcentaje de hispanos que votaron por Obama fue 71% y por Romney 27%, según el «Pew Hispanic Center«.  Aquí, en los EE UU, los hispanos han preferido al Partido Demócrata, un partido caracterizado de ser liberal en asuntos sociales y en favor de inmigrantes, como se ve en estas estadísticas.  Mientras que la mayoría de cubanos que fueron exiliados después de la revolución de Castro van con el partido Republicano por su estancia fuerte contra el gobierno de Castro, pero eso ya está cambiando con la segunda generación al favor de los Demócratas.  Para los que no saben el partido Demócrata está en favor del homicidio del bebe en su vientre, o sea el aborto; apoyan a los sodomitas (homosexuales) y matrimonio entre ellos;  y no son tanto en contra los inmigrantes.  Mientras que el partido Republicano esta en contra el aborto, matrimonio entre los homosexuales y quieren leyes más estrictas contra los inmigrantes.  Para este análisis es importante señalar estos tres diferencias entre los dos partidos.  Los EE UU esta cambiando mucho y se sabe que los Hispanos van a dominar como el grupo más grande entre las minorías en este país; por el momento esta es el mapa demográfico y la proyección para el 2050 está aquí.  Es importante notar que muchos en los EE UU tienen una percepcción que el partido Republicano esta contra los grupos minoritaria y que son por una nación «Blanca».   Pero es importante notar que bajo Obama más hispanos fueron deportaron que bajo cualquier otro Presidente Estadounidense.  Según CNN Español:

Obama, paradójicamente, es el presidente que más indocumentados ha deportado hasta la fecha, con más de 1,2 millones, según datos oficiales. Sólo en 2011, el Servicio de Inmigración expulsó a 396.906 inmigrantes del país, la mayor cantidad en la historia de esta dependencia.

De acuerdo al Centro Hispano Pew, «las deportaciones han alcanzado niveles récord bajo el presidente Obama, y aumentaron a un promedio de casi 400.000 desde 2009, un 30% más que el promedio anual durante el segundo mandato de (George W.) Bush y el doble del promedio anual durante el primer mandato de Bush».

Pero ahora ellos van al paro con esto, según el mismo reportaje.

La Iglesia Reformada y Presbiteriana: ¿Partida en tres?

Para hacerlo simple voy a refiere a la iglesia reformada en lo general (presbiteriano, reformado, pero no luterano o bautista) y se refiere solamente a los conservadores y no a los liberales.

Lo que he observado en los foros del red, la iglesia reformada ha tomado tres posiciones sobre las elecciones y se ve una división entre ellos algo profundo.  Los tres posiciones son:

1. Votar por Romney porque él va a ayudar parar el aborto y matrimonios homosexuales.  Debemos ignorar que es mormón ya que no estamos eligiendo un pastor sino un presidente.  Uno pastor famoso que ha tomado esta posición es el Dr. Joel Beeke, en éste post suyo. En términos teológicos está posición es lo que se llama, en inglés, The Voluntary Principle.  Es decir que el gobierno no tiene nada que ver con cosas espirituales, eclesiásticas, o de tomar lados de una iglesia vs otra.  El gobierno ni debería coaccionar la Primera Tabla de la Ley (los mandamientos 1-4) solamente la segunda parte (tal vez el 5, pero por seguro 6-10).

2. Votar por ninguno sino escribir el nombre de un cristiano reformado con habilidades de política y con dones de gobernar. No voy a enfocarme en éste análisis sobre esta posición porque tomará mucho más espacio y es en parte relacionado al tercer posición.

3. No votar por ningún candidato principal ya que Romney es un mormón hereje y Obama un liberal anti-cristiano.  La Biblia nos dice claramente por quien deberíamos votar o elegir cuando tenemos esa oportunidad y ambos candidatos no medien al estandarte de la Biblia.  Este post del Rev. Nathan Eshelman, pastor del RPCNA (Reformed Presbyterian Church of North America) en Los Ángeles, California es una respuesta al del Dr. Beeke.  Es importante notar que ambos son muy buenos amigos y Dr. Beeke (entre otros) instalo al Pastor Eshelman como pastor en su congregación actual.  Esta tercer posición se reconoce como el Principio del Establecimiento. Esta doctrina bíblica enseña que el gobierno tiene que mantener las dos Tablas de la Ley, proteger la Iglesia verdadera, suprimir herejías, pero NO gobernar o entrar dentro los asuntos eclesiásticas.  El no votar es el principio de disidencia.

Para declarar de una vez yo tomo el tercer posición y estoy persuadido que es la posición Bíblica y ha sido la posición de los Covenanters (Pactantes) y la iglesia reformada en general tras los siglos hasta el fines del siglo 18.

Análisis de los Dos Partidos en la Iglesia Reformada

Los que han tomado la primera posición ha argumentado que es necesario votar por «el menor de dos maldades» que tiene el mejor posibilidad de ganar contra Obama, quien sería Romney.  «Es más importante proteger los bebes de ser abortados y de parar el avance de los homosexuales, miren el sexto y séptimo mandamiento y lo que paso a Sodoma y Gomorra.  Si no se hace, Dios va a juzgar a este gran país.  No tenemos un candidato reformado para quien votar con posibilidades de ganar así que sería pecado gastar un voto en favor de alguien más apegado a nuestros principios bíblicos.»   «Obama no puede ganar», el lema es «¡cualquiera menos Obama!»   «Tenemos que rescatar a nuestro país de la decadencia moral y parar la invasión musulmán.»

«Obama es un musulmán y un comunista, ¿cómo podemos dejarlo ganar?  Piensen en todos los bebes que van a seguir morir (más de 3 mil dicen unos es abortado cada día en los EE UU).  ¿Cómo puedes abstener de votar por Romney?  ¡Dios condena el homicidio y la homosexualidad, no vayas en Su contra!»  Esos han sido los argumentos de la primera posición y la mayoría de la iglesia reformada ha tomado esa posición.  A saber en la Iglesia que tiene un linaje directo a y son los hijos de los Covenanters, The Reformed Presbyterian Church of North America (RPCNA) algunos no muchos pastores y miembros tomaron esta posición también, cual va en contra directa de sus estándares que dice que siempre se tiene que votar por un cristiano que mantiene los principios bíblicos.

Los de la tercera posición declaró que tenemos que medir y hacer todo por el estándar de la Palabra de Dios y no ser guiados por el miedo o por las circunstancias actuales.  Claro que el aborto y la homosexualidad es abominable ante nuestro Dios santo, pero si no seguimos lo que Dios haya dado para guiarnos en eligiendo el candidato que cumple con los requisitos bíblicos, aumentaremos la ira de Dios sobre nosotros.   Dios tiene celo más para Su honra, santidad y nombre que por cual quier otra cosa, Lev. 19:12, Deut. 18:19-20, Eze. 39:25.  Hasta Jesucristo dijo iba ser mejor para Sodoma en el día de juicio que para Capernaum, y ¿por qué?  Porque Capernaum había negado a Jesucristo, no porque Capernaum fue más inmoral que Sodoma, Mat. 11:20-24.   El estándar para escoger o eligir a un gobernador civil se encuentra aquí: Éxodo 18:13-23; Deut. 17:18-20; Salmo 2; Oseas 8:4.  La Biblia esta claro que personas que adoraran a dioses falsos no deben gobernar ya que la violación del primer mandamiento es el fuente a las violaciones de los otros 9 y Romney como mormón cree en otros dioses. 

Análisis Bíblica de los Dos Partidos

Lo que he leído del lado de la primera posición es que ellos citan dos mandamientos para avanzar su argumento, el de no matar y no adulteras (este mandamiento incluye toda perversión sexual, como la homosexualidad).  Y nosotros decimos que si, Dios esta en contra de estos dos pecados horribles.  Pero nunca podemos elegir en favor «del menor de dos maldades» ya que en votar en el menor maldad es votar por maldad, ¿no?  Si, los EE UU YA esta bajo la ira de Dios, y el argumento de nosotros es que este país nunca proclamo al verdadero Dios como su Dios y a Jesucristo como su Rey y Cabeza desde el principio (1776) y en su Constitución.  Los Voluntaries argumentan que está elección iba determinar el futuro del país para siempre y que si gana Obama las cosas se van ir aun más peor y por seguro Dios nos va a castigar.  El argumento de ellos ha sido de tomar una táctica de miedo y como si Dios no tiene la soberanía sobre el país o el corazón de un presidente.  Nos dicen que no importa que sea mormón, no estamos eligiendo a un pastor.  Miran la situación por medio de la providencia y actúan según lo que ven.  Se sabe que no podemos actuar y hacer decisiones basado sobre la providencia y circunstancias sino por el consejo y palabra revelado de Dios.  O sea, tenemos que medir y determinar nuestros decisiones sobre la voluntad revelada de Dios.  El libro de Job es un ejemplo perfecto, junto con Jonás, que tenemos que ver las cosas por lo que ha sido revelado de Dios, y no por lo que miramos o el miedo que inventamos si tal y tal cosa o persona esta en poder.  Dios cambia el corazón del hombre y del rey como un río o como el viento.

La posición bíblica fue la posición de los reformadores de la primera y segunda generación; los puritanos y los pactantes (Covenanters) del segunda reforma.  ¿Y cuál es esa?  Que cada gobernador civil debe ser cristiano y si tenemos un voto (y si tenían algunos votos en aquellos tiempos) para elegir un gobernador deberíamos elegir tal que cumple con los requisitos de un gobernador tal y como nos dice la Palabra de Dios.  Voy establecer el argumento en contra de votar por Romney y Obama y en oposición a los cristianos de la primera posición.  Primero cito algunos teólogos y voy a concluir lo que manda nuestra única regla de fe y práctica, la Palabra de Dios.

Citas de los reformadores sobre las calificaciones bíblicas para un gobernante civil y nuestro voto

Comienzo con la primera generación de reformadores.

  Juan Calvino en su comentario sobre 1 Samuel dijo esto:

«Y mi gente, a quienes Dios ha dado la libertad de elegir sus propios gobernantes, miren de cumplir Su voluntad que no vayan perder este favor, en eligiendo a posiciones de la más alta honor, bribones y enemigos de Dios.»

Ahora, ¿qué cristiano no sabe que un mormón es un enemigo de Dios?  Los mormones adoraran a otro dios, enseñan que Jesucristo y Satanás son hermanos espirituales, y que Adán, el dios de este mundo, tuvo relaciones sexuales con la virgen María para concebir a Jesucristo como ser humano.  Si estas enseñanzas no son blasfemias y así que atacas contra Dios de un enemigo, no sé que serán.  Romney, como mormón fiel, es un enemigo de Dios.  Según Calvino él no califica de ser un gobernante y menos merece nuestro voto.

  Henry (Enrique) Bullinger, reformador sueco de Zurich en un sermón sobre Éxodo 18 dijo esto:

Ahora para una elección buena de gobernantes, el Señor mismo declara quien y que tipo de hombres Él tendrá de ser elegido, en estas mismas palabras: «Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez» [Éxodo 18:21].  Cuatro cosas el Señor requiere en un gobernador bueno (yo voy a citar su segundo punto)…

En segundo lugar esto es establecido, que en efecto es el primero; que tenga temor a Dios, que sea religioso, y no supersticioso. Ningún idólatra conserva la república, pero mejor dicho lo destruye; y un malo hombre no defiende la verdad y la religión verdadera, pero los persigue y los sacan de su jurisdicción. Que este magistrado nuestro por lo tanto sea de la religión correcta, estable en la fe, creyendo la palabra de Dios, y sabiendo que Dios está presente entre hombres y reembolsan a quien Él quiera según sus hechos. Y por aquella causa Justinian, el emperador, en Novellis Constitutionib. 109, libremente admite que toda su ayuda es de Dios; y esto por lo tanto es conveniente, que la fabricación de todas las leyes debería depender únicamente de Él. […] Y donde los príncipes son los amigos de Dios, y a menudo tienen conferencia con Dios, hay esperanza que aquellas repúblicas van a prosperar y florecer. Pero, al otro lado, allí deben necesariamente tener un temor de un final infeliz de aquel república, donde los enemigos de Dios tienen la preeminencia…

Este lugar es hecho más manifestó confiriéndolo con otros sitios en la ley de Dios. Moisés, en Deuteronomio, dice a la gente: “Dadme de entre vosotros, de vuestras tribus, varones sabios y entendidos y expertos, para que yo los ponga por vuestros jefes.” [Deuteronomio 1:13]. Tres cosas aquí otra vez dice el sabio hombre, Moisés, requiere en aquellos que debieran ser elegidos gobernadores en su república. En primer lugar, dice él, que sean sabios. Pero el principio de la sabiduría es el miedo del Señor.  Que sea, por lo tanto, ordenados como magistrados, que son amigos de Dios y la religión verdadera; que sean sabios, y no idiotas tontos.

Fifty godly and learned sermons divided into the five decades containing the chief and principal points of Christian religion

Ni Romney ni Obama califican como candidatos que son amigos de Dios o personas que mantienen la religión verdadera.  Para votar por cualquiera sería tracción contra nuestro Rey, Jesucristo.

  Una cita más de la primera generación de reformadores por Martín Bucer, reformador alemán.

Ya que cada gobernante es de Dios, su deber principal (a menos que él prefiera ejercer la tiranía) debe defender y cuidar de la religión conteniendo toda la blasfemia, y como el profeta enseña de la Palabra de Dios, de realizarlo enérgicamente. Por cual de estar seguros en parte sobre todo que éstos guardan que la Palabra clara de Dios pueda ser predicada puramente y sinceramente, y realmente a la gente, no cerrando a ningún hombre del evangelio verdadero. Después él prestará la atención que toda la juventud y la adolescencia entre los ciudadanos puedan ser dirigidas con una fundación correcta y apropiada y disciplina, los ministros de la iglesia puedan tener una provisión justa, y el cuidado solícito del pobre. Para este fin las autoridades eclesiásticos guardan. Finalmente, para juzgar a la gente según leyes equitativas: proteger la paz pública; apreciar la república, de multar el culpable de sus delitos pagando con sus poderes al estado [y] en conducta. Que sirve reverencia ya que paga la deuda a Dios.  -contribuidor a la Primera Confesión de Fe Helvetica capitulo 27, sobre el gobernante civil.

Obviamente ni Romney ni Obama otra vez califican como candidatos piadosos.

Una cita de la segunda generación de reformadores.

Teódoro Beza, el sucesor de Juan Calvino y su mejor amigo escribió lo siguiente:

«Pregunta 1. ¿Deben siempre ser obedecidos los magistrados o gobernantes incondicionalmente como a Dios?

En cuanto que sólo la voluntad de Dios omnipotente es la regla eterna e inmutable de toda la Justicia, declaramos que debe ser obedecido incondicionalmente. Sin embargo, en cuanto a la obediencia debido a príncipes, tendrían que ser obedecidos sin duda alguna siempre e incondicionalmente si ellos gobernaran constantemente de acuerdo con la declaración de Dios. Ya que, sin embargo, el caso de ellos a menudo es el contrario, tal obediencia debe ser hecha sujeta a la condición siguiente, a saber que ellos no manden nada impío, nada injusto. Impío o pecaminoso llamo a aquellos pecados que Dios prohíbe en la primera tabla de Su ley, o que prohíben eso lo que Dios allí manda. Órdenes injustos, sin embargo, llamo a aquellos hechos por los cuales el rendimiento de eso, que cada hombre de acuerdo con su vocación público o privado está en la caridad obligada a dar a su vecino, es prevenido o prohibido.»

-De jure magistratuum o Sobre el derecho de los gobernadores

De nuevo miren que Beza exige que debemos medir los hechos de un gobernador con la Primera Tabla de la Ley de Dios y solamente rendir obediencia a esos leyes del gobernador que no violan la primera tabla.   ¿Podemos ser pacto, es decir votar, con alguien que vive una vida espiritual en violación activo de la primera tabla de la ley de Dios?

Los reformadores del continente en el siglo 16 codificaron en su Confesión de Fe Belga original (1561) lo siguiente sobre los deberes de gobernantes civiles en articulo 36:

Creemos, que nuestro buen Dios, a causa de la perversión del género humano, ha establecido a los reyes, los príncipes y las autoridades, ya que Él quiere que el mundo sea regido por leyes y gobiernos, para que el desenfreno de los hombres sea reprimido, y todo se haga entre ellos en buen orden.  A este fin puso Él la espada en manos de las autoridades, para castigo a los malos y dar protección de los que hacen bien. Su oficio no es sólo observar y velar por el gobierno, sino también mantener el santo culto de la Palabra, para exterminar y destruir toda superstición y falso culto de Dios, para romper y desbaratar el reino del anticristo, y hacer promover el Reino de Jesucristo, y hacer predicar en todas partes la Palabra del Evangelio, a fin de que Dios sea de todas partes la Palabra del Evangelio, a fin de que Dios sea de todos servido y honrado como Él lo manda en Su Palabra. Además, cada uno, sea de la condición o estado que fuere, está obligado a someterse a las autoridades, pagar los impuestos, rendirles honor y respeto, y obedecerles en todo lo que no vaya contra la Palabra de Dios; orando por ellos en sus oraciones, para que el Señor les guíe en todos sus caminos, y para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.  En virtud de esto, no concordamos con los anabaptistas y otros hombres rebeldes, que rechazan a las autoridades y los gobernantes, y pretenden derribar la justicia, introduciendo la comunidad de bienes, y trastornado la honorabilidad que Dios estableció entre los hombres.

Los puritanos y los presbiterianos (pactantes) del siglo 17 codificaron todo esto en la Confesión de Fe de Westminster original cuando declararon:

3. Los gobernantes civiles no pueden tomar para él la administración de la Palabra y de los sacramentos, o el poder de las llaves del Reino de los Cielos, y sin embargo tienen autoridad y es su deber hacer lo necesario para que la paz y la unidad sean mantenidas en la iglesia, para que la verdad de Dios se mantenga pura y entera, para que todas las blasfemias y herejías sean suprimidas, todas las corrupciones y abusos en la adoración y la disciplina sean impedidas o sean reformadas, y todas las ordenanzas de Dios sean debidamente establecidas, administradas y cumplidas. Y para el mejor cumplimiento de todo ello tienen la potestad de convocar Sínodos, estar presentes en ellos y asegurar que cuanto en ellos se decida sea de acuerdo con la mente de Dios.  -La versión original 1647 capitulo 23.

Más claro no se puede decir.  Un cristiano que vota por un enemigo de Dios traiciona a Su Rey soberano.  Romney es un enemigo de Dios según el testimonio de nuestros teólogos y confesiones de fe.  ¿Pero que dicen los pactantes teólogos norteamericanos que establecieron The Reformed Presbyterian Church of North America en 1743?  Les cito un ejemplo.

  El teólogo y pastor pactante de ésta iglesia (RPCNA), James Renwick Willson, escribió esto:

Los impíos deben ser excluidos del cargo político.

Su honor debe ser promovido por la exclusión de Sus enemigos abiertos de la oficina.  «Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra; Mas cuando domina el impío, el pueblo gime» Proverbios 29:2.  ¿Por qué? Porque el Mesías los castiga por exaltar a los enemigos de Su iglesia y Su ley. Para permitir a los ateos, los deístas, los judíos, los paganos, los hombres profanos, los herejes, tales que son los blasfemadores del Carácter divino del Mesías, y los papistas, que son idólatras groseros, para ocupar sitios de honor y poder como legisladores, jueces, etc., es ofrecer un insulto directo a Jesucristo santo. Ellos no hacen, ellos no van, ellos no pueden «honrad/besar al Hijo» (Salmo 2:12), según el orden del Padre. De elevar a tales hombres es oposición directa al Rey de reyes.  «Maldito el que engaña, el que teniendo machos en su rebaño, promete, y sacrifica a Jehová lo dañado.» Malaquías 1:14.  «Habrá un justo que gobierne entre los hombres, Que gobierne en el temor de Dios» 2 Samuel 2:23.  -De su ensayo titulado las reclamaciones del príncipe Mesías de dominio sobre todos los Gobiernos.

  Termino con esta última cita de un teólogo y pastor pactante del siglo 19, William Symington, de The Reformed Presbyterian Church of Scotland:

…si los gobernantes son requeridos, como ya que hemos mostrado, para respetar la gloria de Cristo, y tomar Su ley como su regla, es imposible que sus calificaciones morales y religiosas puedan ser un asunto de indiferencia, ya que sin tales calificaciones, ellos no pueden realizar ninguno de estos deberes. Sin embargo la fuerza de circunstancias, y la providencia dominante de Dios puedan obligar a hombres de ningún valor privado a idear y ejecutar medidas del servicio público, no puede haber ninguna seguridad para la existencia o para la ejecución eficiente de tales medidas, cuando las oficinas públicas están llenas de hombres sin valor. Y, aun si hubiera, esto no demostraría de ser el deber de los cristianos de conferir los honores más altos del estado en personas de esta descripción, y que, también, antes de hombres de valor privado distinguido. Qué diferentemente hizo el patriota Nehemías  sintió y acto en este asunto.  «Mandé,» dice él, «a Hananías, jefe de la fortaleza de Jerusalén (porque éste era varón de verdad y temeroso de Dios, más que muchos)» Neh. 7:2. -De su libro excelente sobre este tema, Mesías el Príncipe o el dominio mediatorial de Jesucristo.

Citas de la Palabra de Dios sobre las calificaciones de un gobernante civil

La Palabra de Dios es nuestro regla de fe y práctica.  Del principio y siempre debemos acudir a lo que la Palabra de Dios dice sobre como comportarnos y como actuar sobre cada situación.  También es muy importante notar que la Palabra de Dios es UNA, es una UNIDAD.  El Antiguo como el Nuevo ES la Palabra de Dios.  Lo que el Nuevo no abroga o elimina del Antiguo permanece.  Las leyes civiles del Antiguo siempre fueron fundadas sobre las leyes morales y estas son perpetuas.  Los principios morales de cada ley nunca pueden expirar.  La ley ceremonial ha sido expirado, pero la ley moral sobre la cual la ceremonial esta establecida permanece.  Por ejemplo, Dios mandó como y que tipo de holocaustos se iba ofrecer.  Los holocaustos fueron abrogados en el Nuevo, pero el principio detrás de esta ley, quien puede establecer como y que tipo de adoración, permanece.  Así que las leyes civiles de Israel específicos a ese país político expiro en 70 A.D. pero los principios permanecen.  Por ejemplo, cada juez debe hacer justicia según la Palabra de Dios.  Así que las calificaciones para un gobernante civil permanecen para hoy en día y que esas calificaciones están establecidas sobre la ley moral de Dios. ¿Dónde se encuentran?

«Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez.  Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo.  Si esto hicieres, y Dios te lo mandare, tú podrás sostenerte, y también todo este pueblo irá en paz a su lugar»  Éxodo 18:21-23.

«Dadme de entre vosotros, de vuestras tribus, varones sabios y entendidos y expertos, para que yo los ponga por vuestros jefes»  Deuteronomio 1:13.

«Y cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un libro una copia de esta ley, del original que está al cuidado de los sacerdotes levitas; y lo tendrá consigo, y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra; para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del mandamiento a diestra ni a siniestra; a fin de que prolongue sus días en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel» Deuteronomio 17:18-20.

«Y le salió al encuentro el vidente Jehú hijo de Hanani, y dijo al rey Josafat: ¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová? Pues ha salido de la presencia de Jehová ira contra ti por esto…Y puso jueces en todas las ciudades fortificadas de Judá, por todos los lugares.  Y dijo a los jueces: Mirad lo que hacéis; porque no juzgáis en lugar de hombre, sino en lugar de Jehová, el cual está con vosotros cuando juzgáis.  Sea, pues, con vosotros el temor de Jehová; mirad lo que hacéis, porque con Jehová nuestro Dios no hay injusticia, ni acepción de personas, ni admisión de cohecho»  2 Crónicas 19:2, 5-7

Mira el último cita de nuevo.  Dios tuvo una controversia con el rey Josafat porque éste había puesto como gobernantes o jueces tales hombres que eran enemigos de Dios.  ¿Qué hizo para quitar la ira de Dios sobre su país?  Puso jueces que tenían temor de Dios.  ¿Qué dijo el rey a los nuevos jefes?  Que ellos juzgan en lugar de Jehová.  Romanos 13 nos dice muy bien que el gobernante civil ES un ministro de Dios.  El ejemplo está aquí en 2 Crónicas.  ¿Tiene el Rey Jesucristo una controversia con los Estados Unidos?  Sin alguna duda.  Ponemos y elegimos hombres que no son calificados y que son enemigos y aborrecedores de Jehová como nuestros gobernantes.  La palabra de Dios ya nos ha dado las calificaciones para obtener esta posición.  ¿Por qué vamos a votar por un hombre que ni viene cerca de cumplirlas?  ¿Por qué exigir votar por un mormón, un enemigo de nuestro Redentor y Rey, Jesucristo?

La Palabra de Dios nos dice que es pecado votar por alguien que NO tiene temor de Jehová, que NO honra al Rey Jesucristo, que NO va a gobernar según la Ley de Dios.  Nuestros reformadores, todos sin excepción, testificaron, muchos sellando este mismo testimonio con su sangre (miren la historia de los pactantes), esta verdad de Dios.  Es en obediencia a Jesucristo de NO votar por hombres que NO califican bíblicamente para ser gobernantes civiles.

Nuestro lema en asuntos políticos debe de ser, como lo fue con los pactantes que murieron en Escocia por mantener los derechos del Rey Jesucristo:

¡Para la Corona y el Pacto de Cristo!

¡Para los Derechos Divinos y Prerrogativas Reales del Rey Jesucristo!

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El 31 de octubre se celebra el día de la reforma.  En 1662 el 31 de octubre la Iglesia de Escocia sufrió un gran golpe de parte del Estado cuando expulsaron a cada ministro presbiteriano que mantuvo su promesa y lealtad al Pacto y Liga Solemne.  Fue un día de gran tristeza y sufrimiento.  Esto inició una época de persecución muy severa en Escocia reconocido como ‘The Killing Times’ o ‘Los Tiempos de Mantanzas’.  Estos ministros e Iglesia se conocen como los ‘Covenanters’ o Pactantes.  Gracias a Dios, Él guardo a Su Iglesia y los ‘Covenanters’ permanecen hoy en día como ‘The Reformed Presbyterian Church (RPC)’.  Existen en Escocia, Irlanda, Norte América, Australia y Sudan del Sur.   Es una denominación en cada una de estos países.

Se planea establecer la primera congregación de los ‘Covenanters’ o RPC en Latinoamérica en México, D.F. muy pronto si Dios permite.

 

Expulsando a los Ministros – 1662 d. C.

Capitulo 25

Tomado del libro:

Historia de los Pactantes Escoceses

Por J. C. McFeeters

La ejecución del Rev. James Guthrie, 1661.

La ejecución del Rev. James Guthrie, 1661, por predicar contra la prelacía.

“La sangre de los mártires es la semilla de la Iglesia”.  En el martirio de Argyle y de Guthrie la sangre de la mejor calidad había sido derramada, y la semilla más preciosa había sido sembrada.  Por lo tanto, la cosecha ciertamente será grande, el campo dará fruto a ciento por uno.

La fidelidad de Argyle y de Guthrie, su devoción a Cristo y al Pacto, volvió aparecer en centenares de nobles y en centenares de ministros por todas partes de Escocia. ¿Cómo, querer intimidar y subyugar a los Covenanters con martirio de sus líderes principales? Pero sus enemigos malentendieron sus intenciones y subestimaron su fuerza, desconociendo los principios inmortales del Pacto que los sobrellevaba en el servicio del Señor, no estimando preciosas sus vidas por amor a Cristo. ¡Los Covenanters intimidados! ¿Acaso desfallecerá el sol y menguará bajo los vientos fuertes? ¿Se marchitará el roble en la pérdida de unas pocas ramas? ¿Retrocederán los veteranos ante el primer disparo? Más bien ¿no será despertado el espíritu de combate?

Para este tiempo los Covenanters llegaban cerca de 1,000 ministros, y cerca de 100,000 comunicantes. Ellos tenían 900 congregaciones. Los ministros no eran todos firmes; la levadura de acomodamientos había estado trabajando; la mitad de ellos habían llegado a ser más o menos infectados. Ellos se habían debilitado en el Pacto y se habían rendido al Rey Carlos bajo su administración despiadada. El remolino político en sus círculos externos los estaba atrayendo lenta y sin embargo ciertamente hacia su torbellino horrible.

Los tiempos de sacudimiento habían llegado para los Covenanters. Dios sabe cómo sacudir Su cedazo para limpiar el trigo. Él no busca tamaño, sino calidad. Los números no son nada para El; el carácter es todo lo que importa. Le gustaría tener más bien a Gedeón con 300 hombres que cuadrasen con la regla, que treinta regimientos fuera de la regla. Él eligió más bien una décima parte de Israel que el todo, y cernió la nación en el cedazo de Nabucodonosor para separar el buen trigo del inferior.

La Iglesia Pactante llegó a sobrecargarse con paja, heno, hojarasca y con granos enjutos, y con meollos quebrados – a saber con niveles bajos de vida espiritual – y el Señor sacudió lo malo fuera de la Iglesia al grado que permanecer en ella era sumamente doloroso y difícil. La senda de la fidelidad estaba llena de dificultades. Dios hizo que el mantenerse leales al Pacto fuese peligroso y costoso. Los seguidores de Cristo fueron obligados a tomar la cruz y cargarla. Si desean ser leales a su Señor, ellos deben salir fuera del campamento, y llevar Su vituperio. Si desean mantener su conciencia pura, ellos deben aceptar burlas crueles, azotes, prisiones, destierros, y muerte. De esta manera Dios iba a separar para si «un pueblo propio, celoso de buenas obras». Los otros pueden ser de algún uso en grados, pero para prevenir una apostasía general y decadencia universal, Dios avienta el trigo.

¿Pero quiénes fueron echados fuera de la Iglesia Presbiteriana en el reinado de Carlos II? ¿No fueron los inflexibles, fuertes, e inconmovibles Covenanters? ¿Quiénes son éstos que han sido separados de sus hermanos, y arrojados como tamo ante el viento sobre los montes y praderas? ¿No son los defensores entusiastas de la fe Reformada? ¿No son los verdaderos soldados de Jesucristo? Para el ojo ingenuo, los escrupulosos, los grandes luchadores y estrictos Covenanters fueron arrojados fuera, mientras que los demás se quedaron en casa para distribuir la presa; el partido inestable y vacilante se quedó con la organización y con la Iglesia; el partido estricto sufrió la desintegración y fue desterrado. Pero tal vista es sólo superficial; más bien, es una visión ilusoria.

La Iglesia de Cristo no depende en la organización externa. Ella puede sobrevivir sin asambleas, sin presbiterios, o sin sesiones. Ella puede disfrutar la medida máxima del amor de Cristo sin capillas, sin multitudes, o sin propiedades eclesiásticas. Ella puede tener el poder y así prestar servicio a cualquier comunidad, sin ministros, sin ancianos, o sin diáconos.

Cuándo los Covenanters fueron expulsados por el perseguidor, la Iglesia Pactante salió al desierto, reclinándose sobre el Señor Jesucristo su Amado. Llevó consigo misma todas las cosas esenciales. Tenía la Biblia, el Pacto, la fe, los sacramentos, el Espíritu Santo, el amor de Dios, y la presencia del Señor Jesucristo. Los valles vinieron a ser sus lugares de adoración; los asientos de sus lugares de reunión eran de piedra, con púlpitos de roca, paredes de granito, el césped verde como alfombra, y sus techos el cielo azul. Una fila de piedras era su mesa sacramental, y el susurrante arroyo su fuente bautismal. Los montes estaban rodeados de huestes angelicales, y las praderas cubiertas con el maná del cielo; la bandera del amor de Cristo reposaba sobre estos adoradores, y la gloria de Dios llenaba el lugar. Tal fue la Iglesia de los Covenanters en los tiempos de la persecución.

El rey y sus consejeros en 1662 demandaron de la Iglesia Pactante lo que ningún Pactante (Covenanter) fiel y de gran respeto podría rendir. Las demandas en sustancia eran estas:

  • Que el juramento de la lealtad, que representaba la supremacía del rey sobre la Iglesia y el Estado, deberá ser tomado.
  • Que ningún ministro al predicar y orar hará mención de pecados públicos, ya sea cometidos por el rey o por su parlamento.
  • Que la administración de la Iglesia, hasta cierto punto en cuanto a su constitución será prelatica [Episcopal].
  • Que los edictos del rey y decretos del parlamento no serán cuestionados, aún a la luz de Palabra de Dios.
  • Que los ministros obedecerán estas demandas, o serán desterrados de sus hogares respectivos, parroquias, y presbiterios.

Tal fue el cedazo que filtró la obra. ¿Qué corazón leal podría soportar estos términos? ¿Qué ministro de Cristo, inclinado en preservar su honor y conciencia, podría retener el cargo de su iglesia? En comparación con el Pacto, todo incentivo terrenal era como paja podrida, en el juicio de aquellos cuyos ojos abrazaban el mundo de gloria y descansaban en el Señor.

Doscientos ministros Pactantes aceptaron calladamente la pena. En el último Día de Reposo de octubre 31, del año1662, ellos predicaron sus sermones de despedida. Las iglesias estaban llenas; el dolor del pueblo era indescriptible, gemidos de corazón prorrumpían en lamentaciones fuertes. «Nunca se había presenciado un día tan triste en Escocia como cuando estos desafortunados y perseguidos ministros se despidieron de su pueblo». Otros doscientos se mantuvieron firmes y lucharon en la batalla un poco más de tiempo. Estos fueron expulsados violentamente. Así ese estallido asolador derribó cuatrocientas congregaciones de Covenanters.

El ministro con su esposa y niños salieron en profunda tristeza de la agradable casa parroquial despidiéndose de su amoroso pueblo. Vínculos tiernos fueron rotos y el cariño sacrosanto fue sacrificado; los consuelos de la vida fueron abandonados, y la seguridad, el refugio, y provisiones dejadas atrás. El ministro podría haber retenido todo esto si su conciencia no hubiese sido tan sensible. Pero el siervo del Señor no puede ser sobornado. Ofrézcasele al ministro verdadero de Jesucristo dinero, comodidades, placeres, honores, casas, tierras – todo lo que el mundo puede dar para corromper la conciencia en su llamamiento, y lo único que dará a cambio será un desdén de desprecio que congelará la sangre.

Las tempestades invernales descendían sobre el hombre de Dios y sobre su familia desamparada, mientras que pasaban a través de la propiedad eclesiástica para no volver más. Ellos salieron, sin saber a donde se dirigían. La noche puede caer sobre ellos en un lugar triste; el día de mañana puede venir sobre ellos sin techo, sin alimentos, o sin fuego para calentarse. El invierno puede conducirlos a una cueva fría, donde posiblemente una generosa esposa de algún pastor los puede encontrar, y compartir sin quejarse con ellos su balde de leche y sus bizcochos de avena. Sufrieron con gozo el despojo de sus bienes por amor a Cristo. Estimaron mejor el vituperio de Cristo que las riquezas de Egipto.

Alexander Peden fue uno de esos ministros luchadores. El predicó hasta que fue forzado a dejar su púlpito. En el día de su servicio de despedida su congregación se hallaba envuelta de pesadumbre. Alexander Peden tuvo que refrenar los gemidos de la congregación una y otra vez. Bajando del púlpito después de que el servicio terminó, cerró la puerta del púlpito y lo golpeó tres veces con su Biblia, diciendo con gran énfasis, «Te mando, en el nombre de mi Maestro, que ningún hombre entre jamás, mas que sólo por la puerta como yo he hecho». El púlpito mantuvo ese mandato solemne; nadie entró allí hasta después de la persecución; permaneció vacío veintiséis años.

Los ministros prelaticos fueron enviados para suplir los 400 púlpitos vacíos, pero el pueblo se negó a oírlos. El tiempo de predicar por los campos había llegado; los conventículos por los montes y praderas llegaron a ser la costumbre de ese tiempo.

El ministerio del Evangelio de Jesucristo – ese río de Dios que alegra la ciudad del Señor – ahora había alcanzado los lugares escarpados donde fue esparcido sobre las piedras; pero continuaba fluyendo, e incluso aumentó en tamaño y fuerza. La predicación por estos ministros en lugares desolados era poderosa, apasionada, majestuosa, como voz de trueno entre los montes, que hacía temblar el reino. Grandes pruebas producen grandes hombres.

Vivimos en una época de pocas demandas. Los ministros ahora pueden tener púlpitos y salarios en términos fáciles. Ellos pueden guardar una buena conciencia que no requiere una abnegación excepcional. No hay asuntos providenciales que ahora separe lo falso de lo verdadero. Pero la comodidad de conciencia en el ministerio de la Iglesia, y en los términos fáciles de comunión en su membresía, puede cambiar el oro de Dios y enmohecerlo con escoria, y así hacer necesario que lo pase por el horno. El Señor puede de repente traer un acontecimiento sobre Su Iglesia, que obligará a los verdaderos mostrar su verdad, y a los falsos su gran falsedad. ¿Dónde nos encontraremos cuando venga la prueba?  –traducido por Joel Chairez

http://www.presbiterianoreformado.org/historia/pactantes%2021-30.php

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CAPITULO SETENTA Y CINCO

de la obra

El servicio razonable del cristiano

 

 

El ayuno

 

 

WILHELMUS à BRAKEL

Por WILHELMUS à BRAKEL

Ayunar [del hebreo: חעניח (ta‘anith)], es un derivado de las palabras “oprimir”, “humillar”, “atormentar”, así como “ser afligido”. Otros traducen esta palaba hebrea como “ayunar”. “Y a la hora del sacrificio de la tarde me levanté de mi aflicción” (Esdras 9:5); “¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de ceniza?” (Isaías 58:5). También la palabra צום (tsoom) significa “ayunar” (Isaías 58:5). En el griego tenemos la palabra νεστεία (nesteia), la cual significa no comer. Esto es lo último que deseamos que se quiera expresar por el verbo “ayunar”.

Ayunar es un ejercicio religioso especial en el cual un creyente se priva a sí mismo por un día de todo lo que vigoriza el cuerpo, humillándose a sí mismo en cuerpo y alma ante Dios como un medio para obtener lo que él desea.

Ayunar es un ejercicio religioso – un ejercicio en el cual uno busca a Dios. El ayuno debido a la pobreza, la avaricia, la enfermedad, por razones de salud, o por un impedimento de comer alimentos debido a actividades de negocio no es aplicable aquí. Más bien hablamos aquí del ayuno como un ejercicio religioso; estar enfocado en Dios y su intento, por ello, es el de buscar a Dios. Dado que toda la práctica de la religión no es ni ser obstinados ni practicarla de acuerdo a las instituciones humanas, sino solamente de acuerdo a los mandamientos y preceptos de Dios, esto es también aplicable al ayuno. No consiste en la ociosidad, sino que es una actividad de todo un día en la cual consiste en comprometerse en tratos secretos con Dios.

Es un ejercicio especial. No se trata de una actividad diaria, tales como la oración, la lectura, la acción de gracias y el canto. Por el contrario se practica en ocasiones especiales de necesidad, como ser amenazado u oprimidos por el peligro de una plaga, teniendo que participar en pruebas muy pesadas, confusiones, o teniendo que tomar una decisión en un asunto de mucho peso. Incluso se puede relacionar con asuntos cotidianos como la búsqueda de la comunión con Dios, la necesidad de la fuerza para oponerse a pecados específicos, y el crecimiento en la gracia.

 

 

Ayunar: Ser privado de todo lo que vigorice el cuerpo

Ayunar primeramente consiste en una privación de uno mismo de todo lo que vigorice el cuerpo, estando deseoso de traer el cuerpo para darlo por un día a condiciones de abstinencia, angustia y debilidades.

Consiste, primero que todo, en una privación de nosotros mismos de todo alimento (siendo expresado por la palabra ayuno), porque el que participe de cualquier alimento ha roto el ayuno. Observa esto en Ester 4:16 “y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis…” Nosotros no ayunamos solamente privándonos a nosotros mismos de carne. En el Antiguo Testamento había una distinción entre alimentos, puros e impuros, sin embargo, esto no está relacionado con el ayuno. Pablo declara “bueno es no comer carne, ni beber vino…” (Ro. 14:21). Esto no se relaciona con días de ayuno, sino que se refiere a ofender a un hermano más débil en la fe. Esto último ocurrió durante ese período en el que habían algunos que distinguían entre alimentos según lo dictado por la ley del Antiguo Testamento. Es en relación a esto que el apóstol manifiesta: “Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano” (1 Co. 8:13). Esto es, “yo preferiría privarme a mi mismo de esto antes de ofender a alguien”. Algunos tenían libertad de comer animales que habían sido sacrificados a los ídolos. El apóstol declaró que había tal libertad, ya que el ídolo en realidad no existía. Otros, sin embargo, no creían que tenían tal libertad y se ofendían cuando observaban a otros haciéndolo. Por lo tanto, el apóstol no sólo se niega a comer carne de animales sacrificados, sino que él no quería comer carne de ninguna manera, si alguien sería ofendido por ello. A excepción de estas ocasiones, sin embargo, el comía carne. Por lo tanto, estos textos no pueden ser usados en apoyo del ayuno papal, en aquellos momentos en que se privan a sí mismos de comer carne. De otro modo, ellos deberían privarse a sí mismos del vino y no volver a comer carne.

En segundo lugar, en un día de ayuno nos privamos de toda ornamentación externa. En los tiempos del Antiguo Testamento, las personas cubrían sus cuerpos con un tipo de material que era de la clase más baja. Ellos tenían que elaborar el atuendo lo más apretado al cuerpo, tan apretado como si ellos estuviesen colocando artículos de gran valor en una bolsa preparándola para transportarla, ya que normalmente se llevaban prendas de vestir anchas (Isaías 3:24). Además, hacían estos sacos, que enrollaban alrededor de sí mismos, sucio por aspersión de tierra y cenizas, de modo que ellos se mostraran a sí mismos ante Dios y los hombres en las circunstancias más miserables y humildes, declarando que eran indignos de cualquier cosa. “¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma… y haga cama de cilicio y de ceniza?” (Isa. 58:5); “me vestí de cilicio” (Salmos 35:13); “hija de mi pueblo, cíñete de cilicio, y revuélcate en ceniza” (Jeremías 6:26); “ninguno se puso sus atavíos” (Éxodo 33:4).

En tercer lugar, en un día de ayuno, debemos privarnos de todo el entretenimiento, como juegos recreativos, dar un paseo con el fin de ver los jardines, obras ornamentales de arte, plantaciones, salir en barco, caballo o coche sólo por placer. “He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio gusto” (Isaías 58:3). Incluso unos deben abstenerse de la unión marital (1 Co. 7:5).

En cuarto lugar, también debemos abstenernos a realizar las labores de nuestra vocación. “Y cualquiera persona que hiciere trabajo alguno en este día, yo destruiré a la tal persona de entre su pueblo… de tarde a tarde guardaréis vuestro reposo” (Levítico 23:30,32).

En quinto lugar, debe haber también una abstención del sueño. En un día debemos levantarnos temprano y no nos retiramos antes de lo normal. En un día también podemos no dormir, pero esto sería enteramente contrario al objetivo del día. Tal sueño resultaría en una perdida de tiempo, durante el ayuno, y sería como si trajéramos un cuerpo muerto ante el Señor – como si fuese el cuerpo que ha estado ayunando. Esto está en conflicto con respecto a humillarnos a nosotros mismos. Dormir vigoriza a una persona, y el propósito de este día es la humillación del alma facilitado por la debilidad del cuerpo – y por tanto, humillarse a uno mismo profundamente.

Ayuno: Una humillación de nosotros mismos

El segundo aspecto del ayuno es una humillación de nosotros mismos con respecto al cuerpo y al alma. El alma y el cuerpo están tan íntimamente unidos que la mala disposición de una engendra la mala disposición de la otra. Cuando el cuerpo, debido a la retirada de todo refrigerio, se vuelve frágil y débil, y es sometido, el alma también estará en tal disposición; y por tanto la disposición natural toma una dimensión espiritual. El ayuno, en sí mismo, no es una práctica religiosa. Es sólo así [práctica religiosa] cuando se trata de la búsqueda de Dios por medio de él. Él que se ha limitado a sí mismo de todo refrigerio no ha guardado parcialmente un día de ayuno, el ayuno y la humillación de nosotros mismos no son dos tareas distintas. El ayuno debe estar caracterizado por una humillación de nosotros mismos, y la humillación de nosotros mismos debe ser hecha por medio del ayuno. El ayuno sirve para un solo objetivo: facilitar la humillación del alma; no tiene un significado mayor que este. Dado que el ayuno facilita esto, sin embargo, el acto como tal es requerido. Es un aspecto esencial de un día de ayuno – sin embargo, solamente en unión con, y por tanto inseparable de la humillación de nosotros mismos. No funcionan con doble sentido, sino al unísono.

Cuando, en un día determinado de ayuno, nos humillamos a nosotros mismos por medio del ayuno, entonces, desde el principio del día, habrá un mayor apetito por comida que el normal – antes de la hora normal de comida. Esto no es siempre debido a la corrupción de nuestra naturaleza – una naturaleza que siempre anhela lo que está prohibido. Más bien, brota de la relación entre el ayuno y la humillación de nosotros mismos. El dolor por la humillación del alma produce dolor en el cuerpo humillado, y la humillación en el cuerpo engendra dolor en el alma. Son, por tanto, ambos sometidos a la humillación de nosotros mismos (Deut. 10:1). “… y afligiréis vuestras almas” (Levítico 23:37).

Una humillación de uno mismo consiste en:

(1)   La confesión de pecados, acompañado con dolor y vergüenza: “El día veinticuatro del mismo mes se reunieron los hijos de Israel en ayuno… confesaron sus pecados” (Nehemías 9:1-2); “Dios mío, confuso y avergonzado estoy para levantar, oh Dios mío, mi rostro a ti, porque nuestras iniquidades se han multiplicado sobre nuestra cabeza, y nuestros delitos han crecido hasta el cielo” (Esdras 9:6).

(2)   Declarándonos a nosotros mismos de ser dignos de juicio y abandonándonos a la justicia si el Señor fuera a ejecutar esos juicios merecidos sobre nosotros. “Pero tú eres justo en todo lo que ha venido sobre nosotros; porque rectamente has hecho, mas nosotros hemos hecho lo malo” (Nehemías 9:33).

(3)   Una súplica de gracia, con frecuencia acompañada con llanto. En cuanto al día de asamblea solemne leemos en Joel 2:17: “Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad, para que las naciones se enseñoreen de ella.” Esto también es observado en el día de ayuno registrado en Nehemías 9. Considera también los siguientes pasajes: “Afligí con ayuno mi alma, Y mi oración se volvía a mi seno” (Salmo 35:13); “Entonces, habiendo ayunado y orado…” (Hechos 13:3); “Pero este género no sale sino con oración y ayuno” (Mateo 17:21).

(4)   La renovación del pacto con la intención sincera de abandonar antiguos pecados y vivir una vida santa: “A causa, pues, de todo esto, nosotros hacemos fiel promesa” (Nehemías 9:38); “¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad…” (Isaías 58:6).

(5)   Dar dádivas: “¿No es más bien el ayuno que yo escogí… No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?” (Isaías 58:6-7).

La duración del ayuno

La duración del ayuno está limitada a un período de 24 horas – de tarde a tarde.

(1)   Moisés (Deut. 9:9), Elías (1Reyes 19:8), y el Señor Jesucristo (Mateo 4:2) ayunaron por cuarenta días consecutivos, tiempo durante el cual el Señor preservó sus vidas de manera milagrosa. No se nos manda a imitar esto; hacerlo así es solamente superstición. Además, nadie puede estar sin comer durante un período tan largo de tiempo. No seguimos al Señor Jesús si nos privamos de carne para un período de tiempo tal, aun todavía si comemos algo durante el día. Él no comió durante ese período, ni designó su ayuno para ser un ejemplo a ser seguido por nosotros. Hay muchas cosas que Él hizo bien en virtud de Su divinidad o en lo que respecta a Su oficio de mediador, que no somos ni capaces ni tenemos permitido imitar.

(2)   También leemos acerca de los siete días de ayuno en 1Crónicas 10:12 y de tres días en Ester 4:16. Esto debe ser entendido como un período durante el cual se come algo cada tarde. O bien, debido a que hay un clima más cálido en esos países, fueron capaces de estar sin comida por un tiempo más largo, sin hacer daño a su salud. Sin embargo, el plazo normal para el ayuno es un día – de tarde a tarde (Levítico 23; Isaías 8:5).

Pregunta: ¿Están todos los hombres obligados a ayunar por un día entero? ¿Haría bien uno entonces, viniendo a ser un poco débil y por tanto no aptos para las oraciones y otras obligaciones para ese día, ser capaces de comer algo, como un pedazo de pan o algo similar?

Respuesta: En lo que respecta a algunas personas se aplica la regla, “porque misericordia quiero y no sacrificio” (Oseas 6:6). Esto se aplica a las mujeres que han dado a luz, los enfermos, madres de enfermos, aquellos que son excepcionalmente débiles (aunque no por enfermedad), los bebes enfermos, así como niños que deben ser atendidos de acuerdo a sus edades. Algunos no son privados de nada, a otros se les dará lo menos posible, y otros necesitan, nuevamente, aprender a cómo ayunar. Sin embargo, los saludables deben privarse de todo durante todo el tiempo. Venir a estar un poco débil es el objetivo del ayuno, y uno no debe retroceder de este objetivo. La pretensión de no ser apto para orar emite delante de la opinión que ayunar no es más que un ejercicio para estar más en forma para orar y otros ejercicios similares. Tales creen que esta debilidad no es parte del ayuno, creyendo que es solamente de naturaleza espiritual. Uno también experimenta que, en lugar de convertirse en incapaces, esta debilidad hará que uno esté más en forma para orar con una humildad aumentada, así también provoca que uno invoque a Dios con la disposición de alguien quien está totalmente desamparado. Incluso si la manifestación de todo esto no es tan vehemente como en el caso contrario, hacia la tarde, la oración se volverá más formal, y luego, en ocasiones, una bendición especial le seguirá.

La distinción entre el ayuno público y privado

En cuanto a las personas que ayunan se refiere, una distinción puede ser hecha entre el ayuno público y privado.

Primero, el ayuno público ocurre cuando:

(1) Es proclamada por el gobierno debido a una necesidad nacional general – ya sea una guerra, una peste, el hambre, una plaga de insectos, una sequía extraordinaria, una lluvia persistente, u otros acontecimientos similares. En tales casos, los gobiernos tienen el derecho de proclamar ayuno y días de oración. Esto no significa que el día de ayuno sea un mandamiento de hombres; no, la observancia de los días de ayuno es un mandato de Dios. En su lugar, los gobiernos no hacen, sino que designan el tiempo determinado por Dios por medio de circunstancias extraordinarias.

(2) Un sínodo, o los ancianos de una congregación en particular designan un día de ayuno para la iglesia bajo su supervisión, haciendo esto debido a una necesidad extraordinaria en la iglesia – esta iglesia (as) estén bajo persecución en otros países, la manifestación de falsas doctrinas, la necesidad de reforma debido a declinación, el llamado de ministros o la elección de consistorios, u otra circunstancia específica. Esto tampoco es una institución humana, sino el cumplimiento de un mandamiento divino.

En segundo lugar, el ayuno privado ocurre cuando:

(1) Algunos amigos íntimos se ponen de acuerdo, individualmente, de apartar un día – sea debido a sus propias necesidades o por la necesidad de otros, o un deseo excepcional de buscar al Señor fervientemente por algo que se desee – ya sea para el cuerpo o el alma;

(2) un padre instituya un día de ayuno para su familia;

(3) un individuo aparte un día para sí mismo. Todos tienen la libertad personal de hacer esto, sea que aparte un día por ocasiones especiales; que programe días de ayuno los cuales, a su juicio, son los más adecuados para él – habiendo sido esto la costumbre de las personas eminentemente piadosas – no sea que tenga que elegir un día nuevamente cuando el ayuno sea olvidado, o que tenga que seleccionar un día vez tras vez. De esta manera vamos a familiarizarnos con el Señor, vamos a ser más modestos y santos, y el Señor generalmente garantiza mayor gracia espiritual a los mismos. Al establecer un día aparte, cada quien es libre  en cuanto a la medida en que desea hacerlo. Puede ser que desista de sus labores si es un empleado y si esto no es para detrimento de su familia; él puede hacer esto sin nadie darse cuenta. O puede ser que aparte este día mientras, sin embargo, intentando hacer su trabajo – esto siendo requerido por sus circunstancias – y comer una cantidad limitada de alimentos, con el fin de ocultar a otros el hecho de que está ayunando ese día. Esto último debe ser su objetivo de acuerdo a la instrucción de Cristo en Mateo 6:16-18: “Cuando ayunéis (esto se aplica a los ayunos privados en vez de los públicos), no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan… Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro (vístete de una manera honorable, como estás acostumbrado hacer), para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” Sin embargo, si tú no puedes ocultar esto de tu familia, entonces no debes permitir que esto te menoscabe. Pero, si esto te causaría ser ridiculizado, debes ocultar esto y comer un poco.

Exhortación al ayuno

Es triste – un signo de gran decadencia en la iglesia – que se haga tan poco trabajo de ayuno, tanto en público como en secreto. Por lo tanto todos los que desean llevar una vida de piedad afectuosa y desean ver el bien de Zion deben avivar el ejercicio de este deber, porque:

(1)   ¿Dios no ha mandado esto? (Lev 23:37; Joel 2:12).

(2) ¿No han practicado la iglesia y los santos de todas las épocas esto y nos han dejado un ejemplo a seguir? Observe esto en Jueces 20:26; 2Crónicas 20:3 y Nehemías 9:1. Referencias de ayuno privado son encontradas en Nehemías 1:4 y Salmos 35:13. Esto no es solamente un deber y práctica en el Antiguo Testamento, sino también en el Nuevo Testamento (Mateo 6:6-18; 9:15; Marcos 9:29; Lucas 2:37; Hechos 13:3; 14:23; 1Corintios 7:5). Por lo tanto, como hijos obedientes de Dios y discípulos de los santos, ayunemos frecuentemente. Esta fue la práctica de las iglesias cristianas originales y de creyentes desde el principio de la Reforma – e incluso mucho tiempo después. No permita que esta práctica desaparezca.

Si se ha proclamado un ayuno público, compórtate bien al hacerlo. No son pocos lo que ayunan bien. Por tanto, si hay perplejidad en el país donde la iglesia se encuentra, el ojo de Dios estará sobre ti en una manera especial. Será agradable a Él cuando observe tu permanencia en abrir una brecha para apaciguar Su ira sobre ese país. Tal vez Él entregaría el país en tu oración; e incluso si la tierra fuera a ser destruida, el ojo del Señor y Su misericordia estarán sobre ti y tus seres queridos. Entonces tendrás paz en tu conciencia a donde quiera que vayas, sabiendo que te has esforzado por mantener el sostén de la iglesia y el país.

Si algunos de los piadosos se han puesto de acuerdo para apartar un día, tratan de unirse entre ellos, y animan a otros piadosos a hacer lo mismo. El Señor, seguramente, estará en medio de ellos; Él vendrá a ellos y los bendecirá. Se generará un dulce vínculo de amor mutuo, una mutua comunión santa, y un amor y realización de buenas obras más vivificadas. Cuando haces el trabajo de tener días de ayuno privado, experimentarás que la promesa es verdadera y se cumplirá en ti: “y tu Padre… te recompensará en público” (Mt. 6:18). El Señor manifestará que esto es agradable a Él. Él incrementará tu luz, y fortalecerá tu corazón en la fe; estarás más cerca de Dios en tu caminar, y llevarás una vida que es más sobria y reflexiva; y tu conciencia será más sensible. Tendrás más fuerzas contra el pecado, y recibirás más comodidad del Señor. El que se ha ejercitado en esto nunca se ha arrepentido de lo que ha hecho, y deseamos recomendarlo como un medio excepcional para el crecimiento espiritual.

Cuando tú, por tanto, has determinado observar un día de oración, en público o privado, debes prepararte para esto con antelación removiendo todos los obstáculos, siendo moderado en tu consumo de alimentos y bebidas en la tarde, y durmiendo moderadamente en las noches. Confiesa tu repugnancia durante cada día de oración como si fuera un pecado delante del Señor, y pedimos que esté en buena forma para conducirse bien en este día de oración. Si intentas guardar esto con otras personas, ora para que ellos puedan estar en buena forma para esto también.

Si el día de oración es invertido como se describió anteriormente, permita que su conducta también sea apropiada después de esto. Regocíjate en la tarde que has comido, ya que no eres digno de un bocado de pan. Agradece al Señor que Él te da en Su favor – como habiendo sido adquirido por la sangre de Cristo. Sea moderado en su uso de alimentos, así también como en el dormir. Preserve la impresión de todo lo que ha transcurrido en ese día; esto es, de todas tus iniciativas hacia Dios y de todas las manifestaciones de Dios hacia usted. Presta mucha atención a cómo Dios te respondió en tu día de oración, ya que Dios las responderá. De esta manera usted debe acostumbrarse a este deber, y descubrir la dulzura que hay en el, que usted anhelará tener un día de oración para renovación.

Traducido por:

José Andrés Landeta

(de la República Dominicana)

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Toma estos tres dardos 

 

La obra de Thomas Watson, La travesura del pecado

Cita de la obra  The Mischief of Sin  (La travesura del pecado)

por Thomas Watson

Haz con tus pecados—como Joab hizo con Absalón.  ¡Él tomo tres dardos y los clavó en el corazón de Absalón! 2 Samuel 18:14.

Toma estos tres dardos—la Palabra de Dios, la oración, y la mortificación—¡y clávalos en el corazón de tus codicias, para que mueran!

¿Cuál es el fin de cada obligación del cristiano en orando y escuchando—sino para debilitar y mortificar las codicias?  ¿A que fin se toma esta medicina espiritual—sino para matar el hijo del pecado?  ¡El pecado tratará de insinuarse y pedir indulto—pero no le muestres misericordia!

Cuando Saúl  guardo la vida de Agag perdió el reino—y si tu guardas el pecado perderás el reino celestial.  Haz con tu pecado lo que Samuel hizo a Agag, «Entonces Samuel cortó en pedazos a Agag delante de Jehová en Gilgal» 2 Samuel 15:33.

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